Regresar al hogar no es fácil, después de varios meses fuera de Lima, de la familia y de los amigos se me hizo difícil volver a la rutina. La distancia entre la ciudad y ser parte de ella se había ampliado, mis calles y mis casas no eran mías y tenía que recuperarlas.
Regrese dejando atrás el pasado, con nuevas amigas y amigos a la distancia, con la era del Facebook a cuestas y con la resolución de encontrar trabajo prontamente. Pase el primer mes retomando amistades y preocupada en conseguir trabajo. Todos me decían que no me preocupara tanto, y así fue. En menos de un mes ya tenía trabajo y eso incluía ir al Juicio contra el Ex Presidente Alberto Fujimori Fujimori, el dictador estaba preso y preocupado de pasar el resto de sus años en la cárcel.
Poco a poco fui extrañando menos, la comunicación vía e-mail, Facebook y Skype ayudo bastante, además mi jefe (mi ex jefe) vino a Lima varias veces y eso hizo que por momentos me sintiera allá.
Volví a las andadas con furia, me reencontré con el vecino, me mude y pasé los mejores momentos de mi vida en esa casita pequeña pero llena de cariño en José Gonzales. Adriana ayudo mucho, nuestra amistad se consolido y pasamos lindas tardes y noches bailando hasta el amanecer, me pase la otra mitad del tiempo mirando películas, cenando pasta y tomando vino en casa del vecino.
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